Powered By Blogger
Mostrando entradas con la etiqueta Lectura. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Lectura. Mostrar todas las entradas

domingo, 14 de octubre de 2012

Recuerdos de un hermoso fin de semana





En el fin de semana tuvimos tiempos de leer los periódicos  pasear, leer, conversar, y encuentras imágenes, lugares, gentes, recomendaciones, cafés, películas de cine, palabras y amigas y amigos.
Hablar de proyectos futuros, de historias nada triviales,, entre comidas, cafés y té caliente. Libros que queremos compartir, obsequios, rincones de la ciudad mostrados, sin prisas entre sonrisas y abrazos. Cargarnos de amistad, afecto y energías. Creer en lo extraordinario y mágico de la amistad, la vida, las afinidades y la  enriquecedora diversidad. 


jueves, 27 de septiembre de 2012



Barnanit V


El camarero del bar donde amo, 
escribo, sueño, pienso, me aburro, te espero;
mi segunda residencia si fuera una escritora de moda, 
una burguesita de moda,
una tensita o una presentadora de televisión.
El camarero del bar me sonríe 
a pesar del calor del verano.
Trabaja demasiado.
Catorce horas de una mesa a otra, 
y el pedido lo más rápido posible.

Cualquier día se va a deshidratar.
Y los médicos le darán pastillas de potasio, 
no un salario mejor ni menos horas de trabajo.
El camarero tiene camisa blanca y un pantalón negro, 
los cabellos cortos, 
veinticinco años.
Le gustaría irse a dormir 
pero los parroquianos de estío en la ciudad somos pobres, 
insomnes y muy pesados; 
comemos, bebemos, charlamos.
Está deseando irse.
¿Para esto se hizo la revolución bolchevique?, 
¿para esto triunfó el capitalismo?
Catorce horas salvajes, 
catorce horas sumisas.
‘Después me toca ir a limpiar’, 
 me dice con resignación.

No leyó El Capital, 
no sabe posiblemente en qué consiste la plusvalía, 
pero la genera.
Las mesas están sucias, 
los residuos del comer, del beber, 
los servicios también están sucios.
Cuando se cumplan las catorce horas se irá, 
mal pagado, mal dormido, 
convencido de que éste es el único sistema posible.
Es verdad, 
yo tampoco puedo pagarle con poemas, 
yo también estoy mal pagada.
Le deseo las buenas noches.
Me voy a dormir.
Nuestra jornada de bar ha sido larga, 
a pesar de que yo sí leí El Capital .

Cristina Peri Rossi 


viernes, 14 de septiembre de 2012

Mis viajes en Metro


Es habitual pensar en estaciones de Metro, siniestras, oscuras, sucias e incluso peligrosas. A mi, el metro, y sus viajes me sugieren y recuerdan largas lecturas de periódicos gratuitos, de libros, de rostros de mis compañeros de viaje, o de carteles, pintadas o portadas de las personas que viajaban en mi mismo vagón. Lecturas entre estaciones, entre el día y la noche. El metro es el túnel del tiempo con la elasticidad de los minutos retardada o acelerada, como señala J. Cortazar. En el túnel del tiempo entraba y escuchaba músicos callejeros, conversaciones de teléfono a viva voz, ronquidos, niños preguntando, gentes perdidas, cansadas, aceleradas y estresadas. El metro es diferente en cada ciudad, pero mantiene su esencia de tren submarino. De descenso a otra dimensión. Entrabas de día en una realidad luminosa, en un punto del mapa, y aparecía media hora después de noche, con otra realidad, otros estado de animo. Durante el trayecto convivía en un habitáculo veloz, con gentes desconocidas, y que alimentaban mi ensoñación. Llenaban mi morral de anécdotas, palabras, idiomas y gestos. Subía a la superficie tras un baño de personas y diarias vidas. Me he perdido en sus laberintos, me he pasado de estaciones, he soñado con los nombres de las paradas y he construido historias en torno a sus significados. Por viajar en el he dejado de conocer lo que existía por encima de este submundo, pero he ganado en historias y lecturas. 



Las hermosas imágenes que acompañan al texto, pertenecen al diario El País, en su suplemento semanal  El Viajero. El metro es un tren subterráneo o no, decía un niño explicándoselo a su abuela que nos lleva a donde los pájaros: es decir a la estación del Príncipe Pío. 


Leer. Soñar. Dormir. Recordar. Hablar. Escuchar. Pensar. 


viernes, 24 de agosto de 2012

Final del verano




Instantes compartidos. Instantes de soledad. Minutos de lucidez absoluta. También recuerdo otros de sopor y somnolencia bajo el efecto de la digestión. Momentos de lectura. Ratos de escritura. Charlas sobre inquietudes comunes. Trabajos de pintura, barniz, lijado y risas. La satisfacción del día aprovechado y provechoso. De la tarea que nos deja satisfechos. O días de asueto abandonados a la deriva de no hacer y descansar mente y alma. El vivir son una suma de pequeños instantes, de hermosos momentos, de intensidad en lo que cada jornada el presente nos regala generosamente. La luz del verano no nos ciega, nos ayuda a ver los colores, a disfrutar del contrate de calores y frescores, de sueño naranja y de amaneceres de azules cielos.

domingo, 29 de abril de 2012

Wislawa Szymorska: La gran dama de la poesía Polaca.


Si me detengo a mirar unos segundos
las imágenes de la Premio Nobel polaca siento:
admiración por la alegría que desprenden sus fotografías,
perplejidad por su afición por fumar,
quietud ante su belleza de joven atrevida,
respeto delante de la eterna elegancia de hermosa anciana  digna y sabia.
Cuando leo sus escritos
inhalo su amor por la poesía,
por la vida,
por la Belleza.

Dama sobreviviente de la II Guerra Mundial.
Superviviente como lo fue Polonia.
Dulce como los bombones con los que recibía
en su pequeño y acogedor hogar de Cracovia.
Transparente  al escribir como el brandy
que tenia sobre la mesa de su escritorio.
Poética en esencia
como el tuétano de la misteriosa existencia.

Dignidad es el sinónimo de esta gran mujer. Gran poetisa.



Bajo una pequeña estrella

Que me disculpe la coincidencia por llamarla necesidad.
Que me disculpe la necesidad, si a pesar de ello me equivoco.
Que no se enoje la felicidad por considerarla mía.
Que me olviden los muertos que apenas si brillan en la memoria.
Que me disculpe el tiempo por el mucho mundo pasado
      por alto a cada segundo.
Que me disculpe mi viejo amor por considerar al nuevo
      el primero.
Perdonadme, guerras lejanas, por traer flores a casa.
Perdonadme, heridas abiertas, por pincharme en el dedo.
Que me disculpen los que claman desde el abismo el disco
      de un minué.
Que me disculpe la gente en las estaciones por el sueño
      a las cinco de la mañana.
Perdóname, esperanza acosada, por reírme a veces.
Perdonadme, desiertos, por no correr con una cuchara de agua.
Y tú, gavilán, hace años el mismo, en esta misma jaula,
inmóvil mirando fijamente el mismo punto siempre,
absuélveme, aunque fueras un ave disecada.
Que me disculpe el árbol talado por las cuatro patas de la mesa.
Que me disculpen las grandes preguntas por las pequeñas
      respuestas.
Verdad, no me prestes demasiada atención.
Solemnidad, sé magnánima conmigo.
Soporta, misterio de la existencia, que arranque hilos de tu cola.
No me acuses, alma, de poseerte pocas veces.
Que me perdone todo por no poder estar en todas partes.
Que me perdonen todos por no saber ser cada uno de ellos,
      cada una de ellas.
Sé que mientras viva nada me justifica
porque yo misma me lo impido.
Habla, no me tomes a mal que tome prestadas palabras patéticas
y que me esfuerce después para que parezcan ligeras. 



WISLAWA SZYMBORSKA EN ESPAÑOL


•  El gran número. Fin y principio y otros poemas. Vv. Tt. Hiperión, Madrid, 1997.
•  Poesía no completa. Trad. G. Beltrán y 
A. Murcia. Fondo de C. Económica, México, 2002 (2ª ed. 2008).
•  Instante. Trad. G. Beltrán y A. Murcia. Igitur, Barcelona, 2004.
•  Paisaje con grano de arena. Trad. A. M. Moix y J. W. Slawomirski. Lumen, Barcelona, 2005.
•  Dos puntos. Trad. G. Beltrán y A. Murcia. Ígitur, Barcelona, 2007.
•  Aquí. Trad. G. Beltrán y A. Murcia. Bartleby, Madrid, 2009.
•  Lecturas no obligatorias. Prosas. Trad. Manel Bellmunt. Alfabia, Barcelona, 2009.








lunes, 26 de marzo de 2012

Antonio Tabucchi

El periódico del domingo, se quedó pronto viejo. Los papeles no reflejabanla muerte a media tarde de ayer, en la ciudad portuguesa de Lisboa, del escritor Antonio Tabucchi. El admirador de la península ibérica, de la lengua portuguesa, de la cocina lusa, se fue para conversar con su amigo Pessoa, cerca del Tajo, en algún café con terraza y sin relojes. En una tarde de sol, festiva, con fútbol y un mar tranquilo hablaron y se despidieron con algún cigarrillo al aire libre. En Tabucchi se funden lo italiano, con lo portugués, en perfecta sinfonía, dando como resultado una escritura de cálidas y especiales sensaciones. Magia toscana repleta de saudade.


Hace muchos años, cerca de veinte, leí por primera vez "Pequeños equívocos sin importancia", lo compré una tarde de primavera y no he dejado de tenerlo en mis estanterías, ni de regalar algún ejemplar de vez en cuando.  Descubrí a un gran escritor. Sencillo pero muy poético. Más tarde llegaron "Los últimos tres días de Fernando Pessoa" libreto de apenas 57 paginas que demuestra la maestría del escritor condensando los supuestos diálogos de los heterónimos y amigos de Fernando en sus momentos finales. Fui leyendo otros libros de Tabucchi, pero hay dos más que me fascinan: "La cabeza perdida de Damasceno Monteiro" y "El juego del revés". El primero es una novela de descripciones ágiles y jurídicas pero poéticas de la ciudad de Oporto y los variopintos personajes tabucchianos  encabezados por el abogado Fernando de Mello Sequeiro, alias Loton (no hace mucho regale un ejemplar para el disfrute de Susana y a Jorge) El segundo, es un libro de cuentos, repleto de fantasmas del pasado, cuadros del museo del Prado, calores del estío y nostalgias de personas queridas que ya no están entre nosotros. 


sábado, 18 de febrero de 2012

R. Argullol, otro regalo en forma de escrito


Apenas habiéndome dado tiempo a profundizar en el libro: "El cazador de instantes. Cuaderno de travesía (1990-1995)", aparecen siempre en él  imágenes de gran sensualidad e ideas de belleza singular, envoltorios de la gran aventura que siempre es reconocerse y conocer. Mirarse y mirar. Coherencia y espiritualidad. 

Un regalo para leer sin prisas y disfrutando cada página. Para nadar contracorriente, agotarse y en la arena de la playa bajo el sol, sentir el escozor de la sal de la vida y las heridas del naufragio. Tras esta travesía los placeres de la vida, serán mas gozosos y mas plenos.

Comparto algunas perlas entresacadas de estos primeros  instantes de lectura:



Lo inesperado acaece en cada momento. (Suceso)


No debemos evitar las heridas que nos producen ciertos pensamientos cortantes como espadas:un espíritu curtido está inevitablemente lleno de cicatrices. (Cicatrices)


Los momentos de placer parece que vengan de muy lejos: han cruzado la tierra para servirte.(Momentos de placer)


Un hombre entra en la vejez cuando llega a la conclusión de que nada ocurre por primera vez. Un hombre escapa a la vejez cuando concibe la esperanza de llegar a un lugar donde, de nuevo, algo ocurre por primera vez. (Esperanza)







sábado, 10 de diciembre de 2011

Leyendo V

Leyendo los papeles en la Cuesta de Moyano (Madrid)
Cementerio Dorotheenstädlicher en Berlín (Alemania)



domingo, 4 de diciembre de 2011

Leyendo III

A las puertas de la casa museo de Antonio Machado , Segovia, Hay Festival 2009
Biblioteca Casa de las Conchas. Salamanca. 2010 
15-M. Puerta del Sol y de la Esperanza. Madrid.2011





miércoles, 9 de noviembre de 2011

Mi cuento "Leer el laberinto" en el blog de Antonio Muñoz Molina

Leer el laberinto, por Ángel-Luis Vicente

A estas alturas del otoño, aun no se sabe muy bien si es tiempo de sombras o de claridades, dudo entre ver The Pillow Book o escribir estas líneas para compartir mis recuerdos. Y en el laberinto que es vivir elijo la escritura, aplazando otros caminos para un mañana próximo...


Envié mis recuerdos en forma de cuento mezclando lecturas,
 vivencias, miedos, dudas y el resultado es esto que os ofrezco.

Leer completo en su contexto:
http://antoniomuñozmolina.es/2011/10/leer-el-laberinto-por-angel-luis-vicente/