"Desaparecen los carteros en Canadá"
En unos años, no mas de cinco desmantelan el servicio de correos de Canadá.
Me quedo perplejo. Es como el final de una época.
El fin de los buzones físicos
el final de los carteros y carteras con su sacas
repletas de cartas aromáticas enviadas por nuestros amigos desde
lejanas tierras;
de paquetes con revistas que llegan a final de mes
generosamente ilustradas.
Si no hay ganancias
las empresas privadas de correos cierran y a pagarse
un apartado de correos.
Lo público de nuevo privatizado.
Se terminará la época de las postales
de los sobres de felicitación caligrafiados.
Ya no esperaremos con impaciencia
las noticias de lejos.
Ni leeremos y releeremos antiguas cartas.
Prosigue el frío, las heladas nocturnas, la niebla matinal.
Ambiente invernal aunque no entre la estación hasta el día 21.
Colores otoñales.
Ganas de dormir entre las largas horas de oscuridad.
Murió el ejemplo de la paz, del perdón y de la generosidad.
El tesón para lograr la convivencia pacífica.
El ideal como motor de vida, aún encerrado más de un cuarto de siglo
en una celda de una cárcel minúsculas.
El liderazgo del carisma.
La sonrisa y la palabra.
La escucha y el diálogo.
Tesón y paciencia.
Delante de la palabra la acción.
La vida entregada al bien común.
